Una Fresa Transformada

¡Hola! ¡Hola!
No se quien siga por aquí leyendo, pero con que haya una mamá o un papá haciéndolo, siento que ya valió la pena. Así que ahí les va la de hoy.
Hay una historia que me encanta que cuenta la hija de Stephen Covey, autor del libro, 7 Hábitos de la Gente Altamente Eficiente .
Cynthia cuenta que un día cuando ella era chica, su papá estaba dando una conferencia en San Francisco. Durante varios meses planearon que ella lo acompañaría a ese viaje y que al final de la plática tendrían un gran date ellos dos solos.
La planeación y la anticipación eran también parte de la expectativa que ella tenía de ese plan con su papá.
El plan esa noche era salir de ahí lo antes posible para que nadie pudiera interceptarlos y arruinar sus planes. Querían ir a cenar, a pasear, regresar a nadar al hotel y a la medianoche pedir una malteada de room service.
Cuando finalmente su papá terminó la conferencia, hicieron lo que habían acordado pero un amigo de su papá que hacía mucho no veía lo interceptó y los invitó a cenar a un restaurante elegante de mariscos en la zona de la bahía.
Su papá le dio un abrazo a su amigo y le dijo… “Sí claro encantados”…
Cinthya no podía creer lo que estaba escuchando… había esperado meses para este date y ahora terminarían en un restaurante aburridísimo, con plática de adultos y todo lo planeado se iría por la borda.
Lo que Cinthya no sabía era que su papá no había terminado de contestarle a su amigo… “Encantados iríamos… pero otro día, hoy no podemos, tenemos un date muy especial”. Su papá le dio la mano y salieron juntos a vivir la aventura de una noche inolvidable.
Ella cuenta que esa noche su papá se ganó su corazón para siempre.
Yo he decidido elegir a mis hijos siempre y hacerles sentir que son ellos lo más importante en mi vida. Me imagino dándoles la mano y saliendo como Stephen Covey por la puerta, llena de orgullo y de cariño con estos dos chamacos adorados que me han enseñado tanto.
He decidido demostrarles que mi amor es incondicional y va más allá de su orientación sexual, de su forma de vestirse o de su forma de expresarse… que los quiero como son y que siempre los voy a apoyar en cualquier situación.
Quiero asegurarme que sientan que siempre estoy de su lado y que los elijo a ellos siempre. Que puedo intentar ser la mamá que ellos necesitan y no la que la sociedad espera.
Y digo intentar porque no siempre es fácil, porque los prejuicios y miedos de la niña fresa aparecen de repente (ya les dije que en el fondo siempre seré una niña fresa… pero transformada). Lo bueno es que ya me doy cuenta cuando vuelven a aparecer y quieren crear conflicto y caos.
Hoy la diferencia es que conscientemente los elijo a ellos, a mis hijos y no a los miedos y prejuicios que ya no me sirven para nada. Que hoy elijo a mis hijos y no al qué dirán, ni a los juicios de la sociedad.
Yo también quiero y espero ganarme el corazón de mis hijos… y para ello el único camino es el de elegirlos a ellos tal como son.
Si estás en este camino como yo… si tu hij@ acaba de salir del closet, si te da miedo lo que van a decir los demás, si te sientes incómod@ hablando del tema, si no sabes cómo educarlos, si quieres hablarlo y contárselo a todo el mundo pero no puedes porque tu hij@ todavía no está listo, si sientes que tienes un gran secreto que te oprime el alma y no lo puedes contar, si tu pareja no lo acepta y están teniendo problemas por ello… cualquiera que sea la etapa en la que estás quiero recordarte que todo va a estar bien, que es cuestión de tiempo y que es un proceso.
Se que puede sonar cursi lo que voy a decir y cómo voy a cerrar este blog… por cierto siempre dije que yo no soy cursi… y la verdad es que si lo soy… no en mi forma de vestir, no soy de holanes y encaje, tampoco en mi forma de hablar porque hablo bastante golpeado, pero sí emocionalmente. La que me hizo darme cuenta de que soy cursi es mi hija… finalmente después de mucha resistencia tuve que aceptar que sí soy re-cursi como dicen mis amigas argentinas.
Ahí les va… ¿nos quedamos en que es un proceso verdad?… pues aunque hoy lo veas muy lejano, aunque hoy no estes segur@ de lograrlo, de lograr darles la mano y elegirlos a ellos siempre por encima de todo… te aseguro de que si vas a ser capaz de hacerlo. Con la cara en alto y el corazón lleno de amor y de orgullo… (les digo que soy cursi)
Un abrazo, Marisol
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